Qué se oculta tras “La Última Cena” de Da Vinci? 2ª PARTE
Quien más recriminó este gesto y se enfadó, fue Simón Pedro, que como forma de protesta, lo que hizo fue tomar sitio en el lecho más bajo de la mesa, justo en el extremo, enfrente de Juan. En esta imagen, podéis ir visualizando cómo realmente debían estar sentados.
Para los judíos, la parte más importante
de la mesa no era el centro, sino el lado izquierdo, esencialmente el
segundo lugar, pintado en amarillo en la imagen. Así que Juan, se sentó
justo en el extremo (a su derecha), y Judas lo hizo a su izquierda,
ocupando el tercer sitio del triclinio.
Da
Vinci nos está revelando dos secretos: 1.- que sí había mujeres en la
cena, como era común en las comidas de festividades y 2.- que su
discípulo predilecto, el elegido, era María Magdalena.
Da Vinci nos dejó otra pista para decirnos que sí hubo presencia de mujeres en dicha cena, un nudo en un extremo del mantel.
La palabra “nudo” en italiano hace referencia a un vínculo (vincoli). Así que Da Vinci, nos está dando otra pista, que en la mesa existe un vínculo muy especial.

En la Biblia, se nos dice que Juan, es
decir, realmente María Magdalena, estaba recostado sobre el pecho de
Jesús (que otro hombre estuviera en esa postura con el Maestro, no sería
una imagen adecuada ni creíble en aquella época, así que sólo una
mujer, una mujer muy unida a él, como una esposa o una madre o una
hermana, podía hacerlo, y Mª Magdalena no era ni su madre ni su
hermana).
a ambos lados, y que a su izquierda, bien podría haber una persona reclinada sobre él, sobre su pecho, sobre su regazo.
Es decir, si juntamos una obra original y
el mismo, pero invertido, aparecen imágenes que parecen estar situadas
en otra dimensión, fuera del alcance del ojo humano a simple vista.
Da
Vinci, quería revelar algunas cosas en esta parte esencial de la obra.
Por un lado, vemos que Juan, que se supone es el predilecto de Jesús y
quien, según los escritos, fue la persona que se recostó en su pecho
durante la cena, se aparta de la figura de Jesús, algo realmente extraño
y fuera de lugar si hiciéramos caso a lo que dice la Biblia.

Si observamos con mayor detalle la figura
de Juan, parece claro que lo que se está representando es a una mujer.
Toda la figura es claramente femenina, donde pueden verse las manos
pequeñas, los rasgos del semblante son finos y armoniosos, se intuyen
pechos femeninos y lleva un collar de oro. ¿Por qué Da Vinci la pintó a
su derecha y no justo al lado de Jesús, en la izquierda, apoyada en su
regazo?
Hay que tener en cuenta que Da Vinci
pintaba para la iglesia, y no se podía permitir ciertas licencias
creativas, por mucho que él conociera la verdad de los hechos, porque le
habrían acusado de herejía, blasfemia… y su destino hubiera sido
bastante oscuro. Así que, Da Vinci, se veía obligado a dejar como legado
su conocimiento como maestre del Priorato de Sión, en forma de secretos
ocultos y acertijos.
Si nos fijamos en la composición general
de esta escena, lo más destacado es que la configuración que describen
Jesús y María Magdalena, es como una gran “M”.

La mayoría de los libros y la historia,
nos dicen que la escena refleja el momento exacto donde Jesús, dice a
sus discípulos que uno de ellos le iba a traicionar. Jesús dijo: “En
verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me traicionará” (Amen
dico vobis, quia unis vestrum me traditurus est – Mateo 26).


Vamos a ver quién es cada uno y su
posición en la mesa y qué ocurre en el momento exacto donde Jesús,
presuntamente, anuncia que va a ser traicionado por un discípulo que se
encuentra sentado a la mesa.
A la derecha de Jesús, se encuentran Juan (María Magdalena en realidad), Judas y Pedro, y en el extremo Andrés, Santiago y Bartolomé. A la izquierda de Jesús, se encuentran Santiago el Mayor, Tomás y Felipe, y en el extremo Mateo, Tadeo y Simón.
Viendo la escena, todos los discípulos se
encuentran en actitud inquieta, de sorpresa y de indignación, excepto
Jesús y María Magdalena, que se encuentran en un estado de total
normalidad, calmados, serenos. Si realmente éste fuera Juan y no Mª
Magdalena, también se encontraría airado, contrariado y sorprendido por
lo que acaba de decir Jesús, es otra muestra de Da Vinci, para decirnos
que esta persona no es Juan, y que como elegido de Jesús, conoce de
antemano todo lo que él piensa y lo comparte con ella.
Jesús tiene la palma izquierda hacia
arriba y abierta, una posición que expresa paz, sinceridad, honestidad.
En cambio, su mano derecha está hacia abajo y mucho más tensa que la
izquierda, que expresa una posición dominante y que, no está diciendo
toda la verdad. Así que Jesús, está diciendo la verdad pero hay algo que
oculta. Ahora bien ¿lo oculta él o lo oculta Da Vinci? Justamente la
mano derecha, es la que está al lado de Juan (María Magdalena), así que
nos da otra pista que aquello que parece, no es.

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