LA GRAN ESTAFA DE LA DEMOCRACIA. CCOO y UGT
En España actualmente existen dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT.
Antes de continuar me gustaría aclarar que personalmente, creo y confío
plenamente en que la gran mayoría de afiliados y delegados de ambos
sindicatos, obran con la mejor de las intenciones y trabajan por sus
iguales. En cuanto a sus responsables ya no opino lo mismo. Ellos son
los supuestos contestatarios que también viven de las arcas del estado (DCD). Las mal llamadas centrales sindicales, CCOO y UGT,
aliados de todos los gobiernos de la “democracia”, los que firmaron el
despido libre, los que han dado carácter oficial a las ETT´s,
los que aprueban convenios raquíticos, los que se benefician de un
patrimonio sindical que nunca fue suyo y por el que ni siquiera tienen
que pagar su mantenimiento, los que no defienden las pensiones, los que
están encantados con las cifras del paro ya que se llevan un porcentaje
económico por cada trabajador despedido en los ERE´s y se
apropian de millones de euros para especular con unos cursos para
parados que no sirven para nada salvo para llenarles los bolsillos a
estos vendidos lacayos de la élite.
Estos sindicatos, son especialistas en
convertir al trabajador en esclavo de las multinacionales y de las
grandes corporaciones financieras, como pudimos ver en el post de
“Tavistock, Rockefeller y la infiltración en los sindicatos”, a cambio
de “liberar” a Comités que actúan a imagen y semejanza de los vulgares
negreros: nosotros te vendemos carne laboral barata y tú nos beneficias
mandándonos el salario a casa sin trabajar por él. Basta fijarse un poco
en que lugares actúa esta gente: en la Administración y en los grandes
centros laborales, que son los lugares adecuados para liberar a los
miembros de sus comités, mientras hunden a las pequeñas empresas en
beneficio de las grandes y abandonan al trabajador en paro. Y cómo no,
en ese periodo los banqueros y burgueses capitalistas son los que
obtienen ganancias. Sin embargo, ahora los trabajadores están más
desprotegidos que nunca con el despido libre y las ETT´s. Gran trabajo.
En este post intentaremos explicar un
poco que son y como funcionan actualmente los sindicatos mayoritarios en
nuestro país, ya que viendo la cantidad de noticias que salen en los
medios oficiales en los últimos meses, como los escándalos de los ERE´s,
o el mordisco que pegaban a los cursos de formación, o que no están de
acuerdo con la nueva ley de transparencia, empezamos a ver gente
desencantada y preocupada con los sindicatos. Hoy no hablaremos de estas
noticias que nos inundan cada día, sino de cómo se refundaron tras la
transición, como se financian y quienes son sus líderes y a quien
sirven. Aunque actualmente existen 29 sindicatos en España vamos a
hablar de dos principalmente, los mayoritarios, UGT y CCOO. Pero primero retrocedamos un poco en el tiempo.
Con la llegada de la dictadura, aparece la Organización Sindical Española, conocida comúnmente como Sindicato Vertical, fue la única organización de sindicato legal en España (1940-1976) durante el franquismo. Las uniones sindicales anteriores, como la anarquista CNT y la UGT (1888) socialista, fueron proscritas y pasaron a la clandestinidad. Durante la dictadura se fundó CCOO de la mano de los comunistas que empezaron a tener sus reuniones en la década de los 60.
Más allá de los sindicatos verticales
franquistas, las organizaciones sindicales se incorporan a la vida
política, abandonando la clandestinidad o creándose, durante la
transición. En un primer momento los sindicatos entran en escena
reclamando su legalización y contribuyendo a forzar, o al menor
procurar, la legalización de los partidos a los que se encuentran
vinculados. Pronto fueron reconocidos como actores necesarios,
celebrándose una particular puesta de largo con los Pactos de la Moncloa. Acuerdos alcanzados en octubre de 1977 y en los que participaron, tanto Gobierno, partidos, organizaciones empresariales y sindicatos (no todos), creando lo que se conoce como “la concertación social”, un elemento que se ha mantenido prácticamente inalterable. La concertación social
como la participación en la negociación colectiva permiten a los
sindicatos la entrada a la financiación pública. Vemos que como todo lo
que formó parte de la transición, más bien parece todo un teatro, una
estafa, una engañifa, que desemboca en un plan urdido desde tiempo atrás
y dirigido tras las cortinas por los mismos de siempre. Veamos en que
se han convertido actualmente los sindicatos y como se financian
Actualmente los sindicatos han traspasado
la línea de su ámbito de acción, que era la defensa del trabajador,
para posicionarse ante determinados modelos sociales y económicos en una
tarea que quizás parezca más propia de un partido político. Veamos
algunos comentarios al respecto.
Para el Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, Javier Morillas, los sindicatos mayoritarios, como UGT y CCOO, han traspasado totalmente esa línea para convertirse en auténticos partidos políticos. “Uno de los problemas de España es que en vez de sindicatos tenemos partidos bis, que son correa de transmisión de la acción de otros partidos. Esta es una situación anómala que no se da en otros países de Europa
y que al final lleva a la acción sindical a ser una acción política
duplicada o replicada, lo que acaba desacreditando al sindicato” Hay que
recordar que hasta el 80 las afiliaciones de UGT y PSOE
iban unidas, no se permitía que un obrero estuviese afiliado al
sindicato, sino lo estaba también al partido político y viceversa.“En
sectores donde hay una gran masa de mano de obra, como la administración
pública, la metalurgia o el automóvil, los sindicatos logran crear
estructuras muy vigorosas, lo que ha conducido – entre otras razones –
hacia una privatización de empresas que antes eran o tenían una parte
pública”, explica Morillas.
Para el economista Juan Ramón Rallo, la ideología ha sido una forma de ocultar y enmascarar sus intereses. “Hoy
tenemos sindicatos estatales que son casi funcionarios, por eso su
ideología es favorable al crecimiento del estado, que es quien les
alimenta”. El director del Instituto Juan de Mariana considera que los sindicatos son un lobby y por tanto pueden lograr beneficios para sus afiliados. “Lo
que es un error – continúa – es pensar que pueden incrementar los
sueldos de todos los trabajadores. Se puede consiguir redistribuir los
salarios y que estos repercutan en los colectivos que ellos defienden,
pero siempre será a costa de otros que cobren menos”.
Para el Catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sevilla, Jesús Cruz Villalón, la
dicotomía entre intereses e ideología existió quizás en los años
sesenta pero hoy, los sindicatos tienden a defender intereses
corporativos. “De hecho, cada vez que ha habido negociaciones de concertación social ha sido igual de fácil o difícil con el PP como con el PSOE en el poder y ha habido diferencias y huelgas generales con unos y con otros”, recuerda.
La financiación es bastante enrevesada.
Los sindicatos, según hemos podido observar, al igual que los partidos,
son entidades privadas cuya financiación combina una fórmula mixta de
recursos privados y públicos. Para empezar es necesario hacer una
distinción entre lo que identificamos como fuentes de financiación (lo
que los sindicatos llaman ‘financiación por actividad principal’) e ingresos diferentes a las fuentes de financiación propiamente dichas.
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