sábado, 29 de marzo de 2014

Universos paralelos

¿Y si todo no fuese como pensamos que es? ¿Y si fuese posible viajar hacia otro universo y hacia otra edad? La teoría dice que el espacio es curvo y que, de esa forma, nuestro universo, "plegado varias veces sobre sí mismo, podría estar conectado a otros múltiples universos paralelos a través de "túneles del tiempo", fabricados por los agujeros negros y por los agujeros de gusano.
La Tierra describe una elipse alrededor del Sol, como si se tratara de un barco que navegara por una superficie curvada o invisible. El mismo barco que Cristobal Colón vio aparecer poco a poco en el horizonte y que afirmó en él su creencia sobre la redondez de la Tierra. Pero ahora se trata de otra redondez, o al menos otra curvatura: la del espacio. Para explicar la elipse de la Tierra alrededor del Sol, suponemos que existe entre ambos una fuerza de gravedad tal, que mantiene a nuestro planeta en su órbita. Pero si en vez de gravedad, consideráramos en cambio una geometría espacial, deberíamos definirla observando no el espacio, que es invisible, sino la manera en que los objetos se mueven en él.
Un objeto de masa y velocidad determinadas, que se mueva muy alejado de cualquier otra masa, sigue una trayectoria casi recta. Al acercarse a otra masa, la trayectoria se hace cada vez más curva. La masa, al parecer, curva el espacio. Y cuanto mayor y más cercana es la masa, más acentuada es la curvatura.
Una estrella común y corriente conserva su tamaño normal gracias al equilibrio que existe entre su altísima temperatura central, que tiende a expandir la sustancia estelar, y la enorme atracción gravitatoria, que tiende a contraerla. Si en un momento dado, la temperatura interior de la estrella desciende y ese equilibrio se altera, la gravedad habrá ganado la partida: la estrella empieza a contraerse y su estructura atómica interior a desintegrarse. La estrella es ahora una "enana blanca".
 

El ingreso a los agujeros negros

 
Cuando la enana blanca que nos ocupa se contrae, el campo gravitatorio en su superficie es más intenso y los conos de luz que emite se inclinan todavía más hacia adentro, lo que hace aún más difícil que la luz de la estrella escape de su interior. Finalmente, cuando la estrella se ha reducido a un punto crítico, la gravedad es tan intensa que ninguna luz puede escapar. Ni la luz ni ningún otro objeto. De esa forma, estamos ante una región del espacio llamada "agujero negro".
Lo que los científicos tratan de iluminar con sus teorías, es qué es lo que sucede con la materia de la estrella que ha caído en el agujero negro. Porque, la estrella de la que hablábamos antes se ha colapsado, se ha "comido a sí misma hasta desaparecer en un agujero negro del que ya no puede salir, la materia de la que estaba hecha sólo tiene dos caminos a seguir: o "muere", o se va hacia otra parte. ¿Alguien puede suponer que la enorme masa colapsada de una estrella que cayó en su propio agujero negro, deje de ser así como así? Y si esto no ocurre, si la materia no "muere", ¿a dónde va?
 
Stephen Hawking, el heredero de la cátedra de Newton en la Universidad de Cambridge elaboró unos teoremas que determinan que, en el interior de los agujeros negros, existe lo que los matemáticos llaman singularidad, un elemento que puede considerarse como una especie de límite o frontera del tiempo espacial.
Pero los científicos no se ponen de acuerdo aún sobre el significado físico de ese concepto matemático conocido como singularidad. ¿Es la frontera del universo? ¿Toda materia que alcanza el estado de singularidad, desaparece sin que se vuelva a saber más de ella, sin que sea posible rastrear su viaje final? ¿O es que la singularidad es una grieta en el universo, una fractura, una rotura abierta al más allá? Y, en ese caso, ¿qué hay más allá? ¿Existe algo fuera de nuestro tiempo espacial?

Las trampas del tiempo

El viaje en el tiempo a través de agujeros de gusano, encierra, para los matemáticos, un buen número de posibilidades de éxito. Es el triunfo de la teoría. Los físicos, en cambio, fruncen el ceño, aseguran que la realidad desmiente, por ahora, los brillantes teoremas matemáticos: la paradoja demuestra que si se probara la factibilidad de viajar en el tiempo, toda la solidez de la física se vería amenazada.
El ejemplo cuenta la historia de un viajero en el tiempo que visita a su propia madre cuando ésta es una niña, y la asesina. Si el viaje en el tiempo es posible y la niña resulta muerta, el viajero no nació, no existe, nunca pudo haberse embarcado en un viaje en el tiempo, ni asesinar a su madre. Y si, en cambio, la niña no fue asesinada, el viajero sí nació, sí existe, sí encaró el viaje en el tiempo y llegó al pasado...para matar a su madre.


El hombre de Taured, el extraño caso de una realidad alternativa en Japón.



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Esta es la historia de un hombre extraño que llegó a Japón en circunstancias extrañas.Un hombre que al parecer procedía de otra dimensión. La sorprendente historia fue publicada en diversos libros durante la década de 1950. Muchos expertos reunieron la mayor cantidad de detalles posibles, adquiriendo con el paso del tiempo un aspecto misterioso y ciertamente calificado como una posible prueba de los infinitos mundos del multiverso.


Nos situamos en el año 1954, el día comenzó como otro cualquiera para los agentes de aduanas en un aeropuerto japonés. Los aviones de otras naciones llegaban con sus pasajeros a la terminal de llegadas internacionales, quienes recién llegados esperaban en la cola para las inspecciones de sus pasaportes y visados. Eran unos tiempos en el que Tokio iba poco a poco regresando a la normalidad, 9 años después del final de la Segunda Guerra Mundial.




Pero lo que comenzó como un día aparentemente normal pronto degeneró en perplejidad y asombro, cuando uno de los recién llegados que habían volado desde Europa presentó su pasaporte. El documento de viaje provenía de un país completamente desconocido, incluso los funcionarios de aduanas de más alto rango desconocían el origen del pasaporte que, en todo lo demás, parecía ser auténtico.

Según el pasaporte, el hombre era de un país llamado Taured. Debido a la extrañeza del caso, los funcionarios escoltaron al misterioso pasajero a una sala de interrogatorios para realizarle una entrevista mientras se llevaban a cabo una verificación de sus antecedentes y comprobar la autenticidad del pasaporte. El hombre misterioso dijo que su país estaba en Europa, incluso llevaba la moneda legal de varios países europeos en una billetera de gran tamaño.

La confusión

Mientras los funcionarios de aduanas estaban confundidos, el tema pasó de desconcierto a cierta hostilidad por parte del hombre misterioso. Afirmó que estaba en Japón por negocios, el tercero en los que iba de año. Dijo que llevaba cinco años viajando a Japón y que su empresa era una filial de un conglomerado internacional. Aquí es donde empieza a complicarse la historia ya que los sellos en el pasaporte parecían estar correctos y todo aprecia concordar con la versión del misterioso pasajero.

Entonces los funcionarios contactaron con la compañía que aseguró que debía reunirse, pero esta dijo que nunca habían oído hablar de él, ni de la empresa que él representaba. Igualmente desconcertante eran otros documentos que portaba, una licencia de conducir emitida por su país, Taured. Él también tenía una licencia de conducir internacional, que era completamente válida, además de un talonario para una cuenta de un banco desconocido. Además el hotel en el cual tenía hecha una reserva no tenía constancia alguna de él.





Un mundo equivocado

El hombre hablaba varios idiomas, incluyendo el japonés. Dijo que su lengua materna era el francés, pero cuando le mostraron un mapa del mundo manifestó que su país no estaba en él. El misterioso pasajero dijo a los funcionarios que Taured se encontraba en el Principado de Andorra, entre España y Francia. Curiosamente él estaba convencido de que no existía ningún país llamado Andorra, ya que su país existía desde casi 1.000 años.

Pasaron las horas y en vez de encontrar respuestas a sus preguntas, el rompecabezas sólo hacía que complicarse más. Finalmente, el hombre solicitó la presencia de las autoridades gubernamentales superiores, pensando que estaba siendo participe de una broma cruel. Los funcionarios decidieron detener al pasajero misterioso, llevándolo a una sala de seguridad del aeropuerto, donde permaneció durante casi ocho horas. Debido a las sorprendentes circunstancias que estaban viviendo, las autoridades aduaneras decidieron trasladar al pasajero a un hotel cercano con órdenes superiores de mantenerlo detenido hasta que se llegara a una decisión sobre el asunto.

La misteriosa desaparición

En el hotel, dos funcionarios de inmigración se les dio la orden de no permitir que el hombre saliera de su habitación. Después de comer una pequeña cena proporcionada por el servicio de habitación del hotel, el hombre del país desconocido pasó la noche en su habitación. Los guardias se mantuvieron en su puesto, en el pasillo fuera de la habitación del hotel. Según informaron los dos funcionarios, en ningún momento se escucharon sonidos proveniente del interior de la habitación. A la mañana siguiente, los guardias descubrieron que el extraño hombre “Europeo” desapreció. La única salida de la habitación era por la puerta y la única ventana que había en la habitación no tenía cornisa exterior, además de que estaba en un piso de gran altura y muy por encima de una calle muy transitada.

Los funcionarios de la aduana, inmigración y la policía de Tokio, prepararon una intensa búsqueda para poder encontrar el misterioso viajero, pero después de varios días finalmente se dieron por vencidos. El hombre del país desconocido no existió oficialmente y no se le volvió a ver.

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Reconstrucción del hombre de Taured



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